Si solo pudiéramos mencionar uno de los muchos aprendizajes que nos hemos llevado desde que decidimos seguir nuestros sueños, el mayor de todos sería sin ninguna duda el de haber aprendido a abrazar la incertidumbre y el cambio constantemente.
Este proceso ha sido una auténtica locura. Veníamos de una sociedad y una forma de pensar basada en el absoluto control, y por supuesto, nos lanzamos a este sueño con un plan bien trazado e ideado. Bien, pues nada de lo que planificamos sucedió. Lo que tratamos de expresar con esta historia es que, aprendimos que los planes son solo un mapa, una guía, o una brújula como se quiera llamar, y que es una pérdida de tiempo, energía y felicidad, tratar de controlarlo todo en cada momento.
Una buena conclusión de este proceso seria:
«Escucharnos mejor, confiar en lo que se va desarrollando aunque no sepamos que sucederá, y soltar el apego al resultado.»